Este día se presentó Rubén Martínez Villena, junto con otros compañeros, en la Secretaría de Justicia. Su objetivo era solicitar la libertad bajo fianza de Julio Antonio Mella, quien se había declarado en huelga de hambre cuando se supo excluido de este derecho. Allí, y en presencia del licenciado Barraqué y del propio presidente Gerardo Machado, se debatió el asunto, pero ante las reiteradas negativas de Machado de acceder a la petición de los jóvenes (pues Mella era inculpado de comunista), Rubén se volvió hacia su compañero y refiriéndose a la obstinación y brutalidad de Machado profirió: "¡Un asno…! ¡Un asno con garras!", frase que repetiría en tanto era retirado de aquella escena antes de que Machado, iracundo y mudo, pudiera tomar fatales represalias. Aquella misma tarde, a los 19 días de haber iniciado la huelga, Mella era puesto en libertad.