Hundidas las embarcaciones pesqueras Plataforma I y Plataforma IV, de la Cooperativa de Caibarién, sus once tripulantes son conducidos a un islote de las Bahamas donde los tuvieron retenidos hasta el 18 de mayo, en que los piratas se retiran hacia los Estados Unidos. Al día siguiente son rescatados y la organización contrarrevolucionaria Alfa 66 se declara autora de la agresión. Desde que se conoce este hecho el pueblo afluye espontáneamente al edificio de la embajada norteamericana, quedando estas manifestaciones como el embrión de lo que han sido desde la década del 90 hasta nuestros días, las Marchas del Pueblo Combatiente.