Juan Huss, maestro de Teología, autor de formidables tratados teológicos y reformador checo, fue excomulgado por Alejandro V y quemado vivo en esta fecha, por orden del Concilio de Constanza, al denunciar la venalidad, el libertinaje, el afán de lucro y la avidez del clero.
Sus partidarios formaron la secta de los Husitas que exigía del clero, la estricta observancia de las virturdes cristianas proclamadas por la iglesia.
Todas las tentativas de Huss por probar la inconsistencia de las acusaciones fueron rechazadas por los jueces que no le dejaban hablar, le gritaban, lo escupían, lo colmaban de vilipendios, injusticias y maldiciones.