Son muchos, y desde perspectivas muy diversas, quienes califican el momento actual como el más difícil de la historia de la Revolución. Pero la Revolución vive, por eso la acosan y la atacan.
Los últimos días las redes explotaron con la noticia de las medidas anunciadas por Etecsa.
A esta altura lo que toca es espíritu de rectificación, ( ya han comenzado las modificaciones) y más escucha al pueblo, pero también
hacer las alertas de las intenciones enemigas.
No nos confundamos lo que comenzó como preocupación social legítima está siendo instrumentalizado en redes digitales con el propósito de desacreditar al liderazgo revolucionario presentándolo como sordo o desconectado.
Nada hace mas daño como exponer las divisiones entre revolucionarios en pleno espacio público.
¿Acaso hemos olvidado que todos nuestros fracasos se debieron a la desunión, y todas nuestras victorias, a la unidad popular?
La unidad, tantas veces proclamada y repetida, pero no siempre practicada y defendida.
¿Por qué enfrentarnos entre nosotros cuando tenemos un enemigo común?
Solo un bando se beneficia de estos espectáculos y sin duda lo está disfrutando y aprovechando de manera burda.
Ya no está físicamente Fidel,
pero sigue vigente su su legado, sus ideas están aquí para demostrar lo que la propia historia dejó sentado: que la nación cuenta con una fuerza fundamental para sobreponerse a todas las dificultades. Raúl la llamó "la niña de nuestros ojos": ¡la unidad!
Porque nadie lo dude: Hay tanto que nos une y tan poco que nos separa!