El procesamiento industrial de plantas aromáticas para la producción de condimentos secos

y frescos en nuestro país aun no llega a suplir las necesidades del mercado interno, por lo que la importación ha llegado a ser de más del 90% de lo que consume el sector turístico y la población en general. Si se tiene en cuenta que los precios de estos productos en el mercado son cada día más elevados y casi inaccesibles para la mayoría, se impone la necesidad de producirlos en el país.

Muchas de estas especies pueden ser cultivadas en el país durante casi todo el año tanto en condiciones protegidas como a campo abierto y con costos de producción relativamente bajos como una alternativa económica a los cultivos tradicionales que pueden contribuir a potenciar el desarrollo local mediante la obtención de ingresos a productores y comercializadores y generar nuevas fuentes de empleo, además de  contribuir a abaratar los precios a los destinatarios finales de la cadena productiva. 

Nuestra industria actualmente se centra en la búsqueda de productos cada vez más naturales, es decir, los consumidores se inclinan más hacia productos orgánicos o con la menor cantidad de aditivos artificiales posibles.

La creciente demanda de estas producciones en el ámbito nacional las ha convertido en productos con un nicho de mercado rentable y en expansión.